viernes, 28 de mayo de 2010

Parámetros orbitales y clima terrestre


NeoFronteras

Encuentran una correlación entre el clima terrestre de los últimos 1.200.000 años y la excentricidad de la órbita terrestre, pero este patrón no se da si se consideran los últimos 5 millones de años.

Un análisis de los últimos 1,2 millones de años realizado por Lorraine Lisiecki, de UC Santa Bárbara, estudia los patrones climáticos del pasado terrestre y su relación con los cambios periódicos en los parámetros orbitales terrestres. Lisiecki realizó un estudio del clima terrestre mediante el análisis de muestras de sedimentos marinos procedentes de 57 localizaciones distintas a lo largo de todo el mundo. Gracias a este tipo de análisis se puede estudiar el clima terrestre a lo largo de millones de años. Los sedimentos marinos se han ido acumulando por capas a lo largo del tiempo, llevándose con ellos información sobre el momento en que se depositaron. Cuanto más profunda haya sido tomada la muestra más antigua será, revelando el clima de una época específica. Lisiecki ha conseguido relacionar el clima con los cambios naturales de la órbita terrestre en el pasado.

Esta investigadora, después de comparar y analizar los datos obtenidos, señala que el patrón de cambios climáticos sobre el pasado millón de años probablemente está relacionado con complicadas interacciones entre diferentes partes del sistema climático, así como con tres sistemas orbitales diferentes. El primero es la excentricidad de la órbita, el segundo su inclinación (oblicuidad) y el tercero es la precesión de los equinoccios, que son los cambios en la orientación del eje de rotación (con un ángulo de inclinación fijo). Parámetros orbitales que han sido relacionados en diversas teorías con el clima y las glaciaciones. Así que esta investigadora se puso a comprobarlo.Se sabe que la órbita terrestre cambia de forma en un ciclo de 100.000 años, haciéndose más elíptica (más excéntrica) o más circular en ese intervalo temporal. Además, las glaciaciones han ocurrido también cada 100.00 años, durante los últimos 800.000 años.Lisiecki encontró que la cronología de los cambios en el clima y en la excentricidad de la órbita terrestre coinciden. La correlación entre ambas aspectos es muy clara según Lisiecki y no es probable que ambos eventos no estén relacionados uno con el otro.Por otro lado, no encontró correlación alguna entre la oblicuidad y el clima terrestre en el periodo analizado.

Además de esta conexión entre glaciaciones y forma de la órbita terrestre, Lisiecki encontró otra correlación sorprendente. Descubrió que los ciclos glaciares más importantes sucedieron durante los cambios más débiles en la excentricidad de la órbita terrestre y viceversa, pues los cambios más fuertes en la órbita terrestres se correlacionaban con cambios más débiles en el clima. Según ella, esto significa que el clima terrestre tiene una inestabilidad interna que se añade a la sensibilidad a los cambios orbitales.

Sin embargo, no encontró correlación alguna entre este ciclo orbital de 100.000 años y el clima en los últimos 5 millones de años. Esta investigadora propone que esta ausencia de correlación se debería a una fuerte precesión asociada con una fuerte excentricidad que perturbaría los sistemas de retroalimentación internos del sistema climático que controlan el ciclo glaciar de 100.000 años. Según ella, esto apoyaría la hipótesis de que los ciclos de retroalimentación climáticos dirigidos internamente son la fuente de las variaciones de 100.000 años.

Vía Revista RAM

sábado, 1 de mayo de 2010

El Perito Moreno, un gigante desconocido





El Gran Campo de Hielo Patagónico, en la región conocida como Andes Australes del territorio argentino constituye el manto de hielo más grande del mundo después de la Antártida con una extensión de más de 7.100 km cuadrados.

Este inmenso parque natural es el hogar de 47 grandes glaciares, entre ellos el Perito Moreno, uno de los más conocidos para los muchos visitantes que se acercan hasta aquí.

Sin embargo, a pesar de la importancia de los glaciares a la hora de determinar los efectos del cambio climático en nuestro planeta, los estudios sobre estos gigantes de hielo en esta parte del mundo nos son tan abundantes como cabría esperar.

Algo que pronto podría cambiar, como nos muestra Rafael Estefanía, de BBC Mundo, en el este reportaje.

BBC

Los secretos de los tornados

Por Mark Kinver, BBC

Un equipo internacional de investigadores comenzó a trabajar en lo que muchos consideran el estudio sobre tornados más ambicioso de la historia.


Los expertos instalarán una serie de instrumentos en las grandes llanuras de Estados Unidos, donde tienen lugar los más violentos tornados de todo el planeta.

Se espera que la información que recopilen los investigadores sirva para mejorar los pronósticos y los mecanismos de alarma ante la inminencia de un tornado.

Más de 100 científicos participan en esta iniciativa que concluye a mediados de junio.

"Los tornados se encuentran entre los fenómenos climáticos más destructivos", dijo David Dowell, un investigador del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas de Estados Unidos (NCAR, por sus siglas en inglés) que participa en el proyecto.

"Es fundamental aprender más sobre cómo se desarrollan y por qué algunos de ellos son tan poderosos", añadió.

Para el estudio, bautizado Vortex2, se utilizarán una variedad de radares móviles y otros equipos especializados con el fin de lograr un panorama completo de las zonas donde se desarrollan los tornados.

Según los investigadores, cambios rápidos y repentinos en el viento y la temperatura en zonas que están a poca distancia pueden provocar un tornado en pocos minutos.

Pero, agregan, sólo un porcentaje pequeño de "tormentas supercélulas" (que son gigantescas tormentas en rotación) generan tornados, y los sistemas de observación tradicionales tienen dificultad para detectar cuáles son las condiciones atmosféricas que dan pie a la formación de un tornado.

En la carretera

La flota de radares de este proyecto incluye 10 radares móviles, encargados de registrar los vientos y las precipitaciones en los tornados de la zona.

El equipo también usará más de 36 estaciones meteorológicas de superficie, globos meteorológicos y una avioneta no tripulada.

La zona que se investigará abarca más de 1.450 km2., desde el oeste de Texas hasta el sureste de Minnesota.

Los investigadores no estarán estacionados en un punto fijo, sino que pasarán las seis semanas que dura el estudio en la carretera, siguiendo de cerca la ocurrencia de fenómenos climáticos extremos.

El proyecto suma información a un estudio llevado a cabo con anterioridad (Vortex) en 1994-5.

A un costo de US$12 millones, la iniciativa está financiada por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos e incluye investigadores de Europa, Australia y Canadá.

Fuente: BBC